Los gatos son amantes de sus rutinas, animales territoriales que crean fuertes vínculos con su entorno por lo que un cambio de casa les afecta sobremanera.
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QUÉ PUEDE PASAR SI EN MI CAMBIO DE CASA NO TENGO EN CUENTA AL GATO?
Si te vas a mudar y tienes un gato, debes tener unas cuantas pautas en cuenta para hacerle al minino el cambio lo más dulce posible. De otro modo puede pasarte que:
- El gato se vuelve asustadizo y huidizo
- El gato se vuelve agresivo
- Manifiesta alguna enfermedad debida al estrés
ANTES DE MUDARTE
Antes de la mudanza, en la casa de toda la vida, puedes ir poniendo FELIWAY®:
- Es una feromona específica de gatos e inodora para las personas
- La libera el gato de forma normal cada vez que frota su nariz contra objetos o contra nosotros mismos.
- Hace que se sientan a gusto y en su ambiente.
De esta forma conseguiremos que nuestro peludo esté tranquilo aunque vaya notando que nosotros empacamos cajas y recojemos cosas.
UNA VEZ EN LA CASA NUEVA
Utiliza FELIWAY® antes de que llegue el bichín para que cuando llegue, la casa no le resulte un terreno tan hostil.
El felino será lo último que llevemos a la casa nueva, de este modo sólo tendrá que enfrentarse al último cambio.
En caso en el que se obtenga una segunda vivienda a la que el gato esté acostumbrado: casa de veraneo, la casa de algún familiar o amigo donde se suele quedar en vacaciones… podemos llevarlo allí hasta que acabemos de llevar las cajas y demás trastos. Y pondremos allí el FELIWAY®.
Crearemos una habitación refugio con todas sus cosas: Arenero, comedero, bebedero, rascador y un sitio en el que pueda esconderse. Acuérdate de no poner el comedero al lado del arenero y de separar sus cosas dentro de lo posible como ya vimos en post anteriores.
(estaría guay poner el link del post en el que se explicaba esto: “Conoce mejor a tu gato” de febrero)
Cuando llevemos al gatete, dejaremos el trasportín en esa habitación y abriremos la puerta. Que salga él cuando quiera salir.
CÓMO NOS COMPORTAMOS CON ÉL?
Deja la puerta de la habitación abierta y que salga él a explorar cuando le apetezca.
No fuerces situaciones presentándole cosas de forma brusca: Si quiere entrar en alguna estancia nueva que sea porque él lo elija.
Juega con él como lo has hecho siempre, dedícale tiempo y que sienta que aunque el entorno es distinto nada entre vosotros ha cambiado.
Intenta mantener sus rutinas de alimentación para que tenga el mínimo de cambios posibles.
En una semana o dos el gato debería haberse acostumbrado a su nuevo hogar.
Sabrás que tu gato no se ha adaptado porque sigue escondiéndose, se ha vuelto huidizo o agresivo y hasta es posible que hasta le cueste hacer pis o que lo haga fuera del arenero.
En caso de no ser así, consúltalo con tu veterinario ya que es posible que necesite algún fármaco ansiolítico o antidepresivo.