Diabetes mellitus en gatos

Diabetes Mellitus en gatos

La Diabetes Mellitus es una enfermedad endocrina caracterizada por una hiperglucemia (niveles altos de glucosa en sangre) mantenida, debido a una alteración de la insulina, que es la sustancia que permite el paso de la glucosa al interior de la célula para su aprovechamiento. Esta alteración puede deberse a que no se produce suficiente insulina por parte del páncreas o a que existe una resistencia a su acción. La gran mayoría de los gatos diabéticos padecen Diabetes Mellitus tipo II, es decir, que sí son capaces de producir cierta cantidad de insulina pero existen factores que generan resistencia a su acción.

Debido a que la glucosa no se introduce en las células y se queda en la sangre, se producen los signos clínicos de la Diabetes Mellitus:

1. Existe un aumento marcado del apetito (polifagia) porque las células siguen necesitando glucosa.

2. Como la glucosa no se asimila, existe pérdida de peso.

3. El exceso de glucosa se pierde por orina, y ésta será más voluminosa (poliuria). Además, la orina contendrá glucosa.

4. En consecuencia, también aumenta la ingesta de agua (polidipsia).

Estos signos no son específicos de la diabetes. De hecho, para confirmar esta sospecha, se realizará un análisis de sangre donde se observará un nivel de glucosa aumentado, confirmando que se ha mantenido elevado en las últimas semanas mediante la medición en sangre de fructosamina.

Al detectar la hiperglucemia, se deben realizar otras pruebas en función del estado y la exploración del paciente, ya que se pueden asociar otras enfermedades. Estas enfermedades pueden ser la causa directa de la Diabetes Mellitus (por ejemplo, pancreatitis, acromegalia o hiperadrenocorticismo), pueden ser consecuencia (neuropatías periféricas, alteraciones en los electrolitos, infecciones de orina…) o pueden coexistir complicando el cuadro clínico (hipertiroidismo, hipertensión, enfermedad renal, patologías orales…).

Una vez obtenido un diagnóstico, y antes o al completar las pruebas complementarias, se debe empezar el tratamiento de forma temprana, ya que existe la posibilidad de que la Diabetes Mellitus remita. Se escogerá el fármaco más adecuado para el paciente: en su mayoría, se optará por insulina administrada cada 12h por vía subcutánea, aunque algunos gatos pueden recibir tratamiento con un fármaco que elimina el exceso de glucosa por la orina (velagliflozin).

Para maximizar el éxito del tratamiento, es fundamental realizar un adecuado manejo dietético. La obesidad es un importante factor predisponente a la Diabetes Mellitus generando resistencia a la insulina; además, una dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos favorece la normalización metabólica y de la composición corporal del gato diabético. La alimentación con dietas húmedas facilita el adecuado manejo, y en muchos casos puede administrarse dejándola a libre disposición. Un adecuado manejo dietético junto con un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden permitir la remisión clínica, es decir, tratar la enfermedad sin insulina, controlando la hiperglucemia y los signos clínicos asociados, gracias al control de los factores que producen resistencia a la acción de la insulina.

La Diabetes Mellitus requiere una monitorización posterior para el ajuste de dosis. En general, la monitorización se basará en los cambios en los signos clínicos y la medición de glucosa y fructosamina, pero en otros casos se necesitarán mediciones seriadas, que se pueden realizar en la clínica o en casa mediante un sensor colocado en la piel del gato. Estas mediciones seriadas (curva de glucosa) indican si la dosis es insuficiente o excesiva o si existe algún factor que esté produciendo resistencia a la acción de la insulina.

Sensor de glucosa gatos
patrones de diabetes mellitus en gatos

Es importante tener en cuenta que el tratamiento de la Diabetes Mellitus requiere un compromiso por parte de los tutores del gato, que deben administrar la medicación según las pautas veterinarias, vigilar estrechamente las posibles complicaciones de la enfermedad (especialmente la hipoglucemia y la cetoacidosis diabética, potencialmente mortales) y monitorizar los signos clínicos de la propia enfermedad y las posibles enfermedades concurrentes.

Si tienes sospechas de que tu gato padece Diabetes Mellitus, ya cuentas con un diagnóstico pero tienes dudas al respecto, o quieres saber si puedes prevenir la Diabetes Mellitus, contáctanos para concertar una cita y ayudarte.

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