En general los gatos no necesitan que los bañemos con frecuencia, ya que ellos mismos se encargan de asearse y, además, como en la mayoría de los casos viven en casa, no se ensucian tanto como los perros.
No obstante, si por una causa puntual necesitamos bañar a nuestro gato podremos hacerlo sin problema, siempre y cuando tengamos unas precauciones que a continuación expondremos.
Cómo bañar a un gato: principales métodos
A los gatos no suele gustarles demasiado el agua, por tanto el baño será un momento de estrés que debemos gestionar de la mejor manera para someter al gato al menor estrés posible. Elegiremos como momento del baño uno en el que el gato esté tranquilo, y lo haremos con agua tibia y un champú adecuado, haciéndolo de manera pausada y relajada sin hacer movimientos bruscos.
Cómo bañar a un gato bebé
Lo mejor será que estén dos personas para poder bañar al gatito más cómodamente.
Preferiblemente se usará una bañera para bebés o barreño grande para que no sea una superficie excesivamente amplia que agobie mucho al gato, y si podemos poner un antideslizante en el fondo para que se sienta más seguro el gatito será aún mejor. Seguiremos las instrucciones del champú bañando al gatito con delicadeza, evitando la zona de la cara, y secándole luego bien con una toalla.
Cómo bañar a un gato adulto
Para bañar a un gato mayor seguiremos las mismas precauciones expuestas para el gatito cachorro, con la salvedad de usar un espacio un poco más grande. Si el gato es de pelaje largo tendremos que cepillarle antes y después del baño.
En caso de que el secador no le asuste a nuestro gato y necesitemos usarlo para que no se quede mucho rato mojado, podemos utilizarlo a baja potencia y con el aire frío.
Cómo bañar a un gato que no se deja
Como hemos mencionado anteriormente el momento del baño puede suponer un gran estrés para nuestro gato y que por lo tanto su reacción natural sea huir. Por tanto, si podemos hacerlo entre dos personas será mejor para sujetarle.
Además hay que recalcar la importancia de elegir un momento en el que el gato esté tranquilo y en caso de que suponga un estrés muy grande para él no debemos forzarle demasiado y que el baño le suponga un trauma.
¿A qué edad se puede bañar a un gato?
Lo ideal es que esperemos a que el gatito tenga unos 3 meses para empezar a bañarle. Si puntualmente necesitamos hacerlo antes podemos hacerlo con delicadeza solo en las zonas que lo necesite o limpiarle con toallitas higiénicas adecuadas para su pH.
Antes de los dos meses no es recomendable que bañemos a nuestro gatito bebé.
¿Cada cuánto se puede bañar a un gato?
Tal y como se ha mencionado al inicio, no es necesario bañar de manera frecuente a nuestro gato, por tanto solo lo haremos si la situación lo requiere.
No obstante, si tenemos que bañarlo más frecuentemente, por ejemplo en la raza Sphynx en la que su propia piel secreta una sustancia que le dará un aspecto de suciedad al gato, con una vez al mes sería suficiente, pudiendo usar de manera más frecuente toallitas adecuadas para animales con el fin de quitar esa capita de suciedad.
También hay que tener en cuenta que si estamos en época de frío debemos reducir los baños con el fin de evitar que el animal pueda tener una ligera hipotermia, no obstante si le bañamos tendremos que secarle lo mejor posible con una toalla y tener un ambiente cálido en casa.
Si estás pensado en bañar a tu gato porque tiene caspa. Consulta a un veterinario antes, las causas de ello pueden ser muy variadas.
¿Se puede bañar a un gato con gel normal?
No, la piel de nuestro gato no tiene las mismas características que la nuestra, siendo por ejemplo diferente el pH y esto será importante a la hora de usar un gel específico.
Por tanto debemos usar un champú específico para mascotas respetando así las condiciones de su piel y no provocándole de esta manera ningún daño a la misma.
Si tienes alguna duda o algún problema a la hora de bañar a tu gato no dudes en consultarnos. Somos especialistas en Medicina Felina.