Cuando una mascota llega a casa nadie sabe si en el futuro tendrá un bebé o no, o si se sabe, no mucha gente se prepara antes del embarazo para saber qué pasará cuando el bebé llegue y cómo se llevará con nuestras mascotas.
No hay que angustiarse! tenemos 9 meses para prepararnos, pero tampoco nos podemos dormir en los laureles!
Artículos relacionados:
- La alimentación de los gatos – Todo lo que debes saber
- ¿Qué comen los perros? ¿Cuál es la alimentación adecuada?
- Mascotas y Bebé recién nacido
En este post nos centraremos en perros y gatos ya que dentro de todas las mascotas posibles, son los que más pueden interactuar con nosotros y el bebé y los que nos podrían dar algún susto.
PILARES BÁSICOS PARA QUE TODO VAYA BIEN
Para que todo vaya bien basta con tener claras un par de cosas:
- Deberemos seguir prestando la atención necesaria a las mascotas: aunque no pueda ser tanto tiempo como antes al menos 15 minutos al día deberíamos estar pendientes de ellos al 100%.
- Que el hecho de que haya un bebé no suponga algo negativo para la mascota: si antes tenían acceso a toda la casa, deberían seguir teniéndolo y si realizaban alguna actividad que ahora molesta, habrá que intentar corregirla de forma suave y sutil y no con reprimendas.
- Mantener las rutinas lo mejor posible y que la interacción con el bebé sea algo positivo.
CÓMO CONSEGUIMOS ESTOS RETOS?
PERROS
Lo esencial es tener al perro bien enseñado. Que sepa que el alfa somos nosotros y que tenga unas nociones básicas en obediencia. Nos será muy útil para los paseos con carrito o para cuando estamos en casa con el bebé en brazos y no podemos calmarlo con una caricia.
En caso de que no fuera el caso, es lo primero que debes remediar. Ponte en manos de un experto.
Antes de la llegada del bebé:
- Intentaremos que en la habitación que se le destinará ya habrá su cuna, ropita, pañales, lociones y demás accesorios.
- Dejaremos entrar al perrete, que explore los nuevos objetos y se acostumbre a los nuevos olores.
- Si se van a producir cambios en los horarios de paseos o comidas, hay que empezar a hacerlos lo antes posible para que al llegar el bebé ya tenga los hábitos cogidos.
Una vez que llegue el bebé:
- Se lo presentaremos y dejaremos que lo huela: lo máximo que suelen tener es curiosidad, son parte de la familia y quieren saber qué es lo que ha hecho que toda la casa cambie. No suelen suponer un peligro.
- No los dejaremos solos, no porque el perrete vaya a atacar al bebé si no porque el bebé puede tener reacciones diversas que pueden asustarlo y el perro puede lastimarlo sin querer.
- Las presentaciones y momentos de interacción bebé/perro deben darse bajo supervisión y siempre que ambos estén tranquilos. Ni con el niño llorando ni con el perro estresado.
- No encerraremos a nuestro peludo cuando estemos con el bebé, deberemos intentar tenerlo vigilado pero con nosotros, como ha estado siempre. El hecho de esconderlo puede tomarlo como algo negativo. No queremos que relacione cosas negativas con la presencia del bebé.
- Seguramente estaremos más irritables y cualquier cosa que haga mal nuestro perrete nos sacará de quicio. Debemos intentar no gritarlo o castigarlo más de lo que lo hacíamos antes ya que también sería una relación negativa hacia el bebé.
- Debemos encontrar la forma de dedicarle a nuestro peludo al menos 15 minutos sólo para él: un paseo sin el bebé (en la medida de lo posible), juegos…
GATOS
Todo el mundo ha oído hablar de la toxoplasmosis y los peligros que puede acarrear en embarazadas. Las poseedoras de gato pueden estar tranquilas, es más probable contraerla a través de la alimentación que a través del de gato.
Antes de la llegada del bebé:
- Al igual que en los perros, les dejaremos entrar en la habitación del bebé para que exploren los nuevos objetos y accesorios. Que vayan familiarizándose con los olores.
- Daremos a nuestro minino sitios donde esconderse y donde huír. Ya sabemos lo poco que les gustan los cambios.
- En caso de producirse cambios en los horarios de comidas, hay que empezar a hacerlos lo antes posible para que al llegar el bebé ya tenga los hábitos cogidos.
Una vez que llegue el bebé:
- Se lo presentaremos y dejaremos que lo huela, al igual que en los perros pueden tener curiosidad. En caso de que muestren indiferencia o ellos no muestren interés por acercarse, no haremos nada, no hay que forzarlos.
- Debemos encontrar la forma de dedicarle al minino al menos 15 minutos sólo para él: juegos, caricias, rascaditas, cepillados… lo que sea que a él más le guste.
CONCLUSIONES
Si se actúa con normalidad y se intenta buscar un momento para poder seguir prestándole a las mascotas el tiempo que necesitan no debería haber problemas.
En caso en el que no sea posible encontrar esos momentos no intentaremos compensar nuestra falta de tiempo con premios o comida para calmar nuestra conciencia, a ellos no les suple nuestra falta y además podemos provocarles otro problema, una obesidad.